
Un producto que se ha venido de vacaciones en mi maleta ha sido esta mascarilla, ya que por su innovador y cómodo formato sólido en stick con aplicador roll-on no dude ni un segundo en llevármela para poder continuar con mi ritual semanal de belleza y lo cierto es que no he podido quedar más contenta ya que a parte de por su comodidad para su aplicación, he conseguido una piel purificada, súper limpia, iluminada, sin resecarla, y con una gran sensación de frescura.
Es una mascarilla elaborada con ingredientes 100% naturales, su fórmula combina dos ingredientes activos complementarios: la Menta Acuática BIO, conocida por sus propiedades détox, descontaminantes y antioxidantes, y la Arcilla Blanca, conocida por sus propiedades absorbentes y antiinflamatorias, los cuales ayudan a purificar, matificante y reequilibrar especialmente las pieles mixtas y grasas. Afina los poros y realza la luminosidad de la piel, además de proporcionar un escudo anti-contaminación.
Su aplicación es súper sencilla, se aplica directamente sobre el rostro y se deja actuar de 5 a 20 minutos, según necesidad, y se retira fácilmente con agua templada.
Si por vuestro tipo de piel no la veis muy acorde para vosotros, aunque os diré que es súper respetuosa y no reseca nada, con este mismo formato podéis encontrar la variedad Mascarilla Calmante con Peonía BIO especialmente indicada para pieles algo más sensibles.